lunes, 12 de abril de 2010

martes, 6 de abril de 2010

LA SEMANA MAYOR, DE MAYOR DESCANSO

Para unos semana para rezar, para otros para celebrar, pero para todos, semana para reposar y poder respirar.

Por: Lina García

Luego del llamado miércoles de ceniza, donde comienza la llamada “cuaresma” y un siclo religioso para unos, pero la cuenta regresiva para una semana de “vacaciones”, una semana de descanso y “tranquilidad” para otros, después de 40 largos días, por fin llega tan esperada y anhelada “semana santa”, semana que empieza desde un viernes resplandente que justifica una pequeña celebración en la tarde en la tan conocida 51 y en la noche en un gran concierto, ameno y preciso para la inauguración de la semana de “locha”, para empezar !con toda! la semana para poder dormir hasta tarde, para ver una que otra novela y porque no, para hacer (por obligación) uno que otro oficio vario o al menos intentar ordenar el cuarto.

Llega el lunes “santo” y solo pienso en dormir, hacer pereza, comer y seguir durmiendo, pero ese pensamiento solo dura hasta el momento en que sale el sol, pega en toda la ventana de mi habitación, mi mamá tan querida entra, abre las cortinas de par en par y dice: “Lina levántese ya para que ayude a arreglar la casa, deje de dormir tanto, mire ese día tan bonito que está haciendo y usted durmiendo”. pensé que era mi semana de descanso, mi semana de “relax” ,pero si así era el lunes no me quería imaginar cómo serian el resto de los 6 días que me quedaría en casa disque “descansando”.

Aunque tenía destinado tener que quedarme en casa toda la semana, mientras mis papás viajaban, paseaban y “reflexionaban”, Y yo me dedicaba a hacer las largas y sustanciosas tareas que me habían dejado, afortunadamente llega el juernes con su alegría y con la noticia de que no me quedare en casa, que iré aunque sea, a pasar el fin de semana en fusa, que aunque no es tan lejos ni tan caliente como quisiera, es otro ambiente, otra gente y otra forma de darle clausura y final a la semana de vacaciones, clausura que empecé ese mismo juernes cuando llegue a fusa, me instale y Salí con unos amigos que en pleno jueves “santo” solo querían tomar, celebrar, cantar y empezar el fin de semana con “todas las de la ley”.

Es así como empiezo a dejarme contagiar por la energía de mis amigos y empiezo a disfrutar lo que queda de la semana hablando, riendo, saliendo y porque no tomándome uno que otro traguito “para la sed” y sobre todo por la educación de no dejarlo servido. Pero no todo fue desorden como se lo imaginan, las costumbres no se pierden, así que el viernes me levantó con una procesión que paso justo por al frente de la casa, con unos pequeños pero ruidosos o más bien escandalosos parlantes que despertaron a todo el barrio o por lo menos a mi me dejaron sentada, y aunque todo el mundo salió a escucharla y a unirse a ella, yo me senté y la vi desde la ventana para evitar la fatiga.

Termina la semana, se acaba la pereza, empieza de nuevo una rutina y un camino largo por recorrer, de nuevo al mundo real.de nuevo a madrugar y a dejar de comer exclusividades porque eso si semana santa que se respete lleva pobres e inofensivos pero sabrosos pescados a tu boca, y ojala no falte el guacamole para la papita salada

.! Me imagino que tú si reflexionaste y respetaste la “semana mayor” como se debía, pero y la disfrutaste como yo?.