Después de un largo puente, de descanso para unos pero de hacer trabajos para otros. Siendo las 9 de la mañana de un día soleado y resplandente, acabando de salir de una clase un poco relajada pero interesante, mis compañeros y yo nos dirigimos a sentarnos en el murito que encierra la súper fuente de INPAHU, fuente abandonada que aunque nunca tiene agua sigue siendo “fuente”. Allí nos ponemos a conversar, a reír, a comentar, y porque no, a criticar por un laargo tiempo mientras el profesor llega al salón de clases o para darle más cache a la llamada “sala de redacción”. Luego de haber subido tres largos pisos y por fin llegar al salón, cada uno se ubica frente a un computador, y aunque el salón es amplio y cómodo, no alcanzan las sillas para todos o por lo menos no para los tres últimos, que llegan tarde.
Al comenzar la clase todos llegamos ansiosos a prender nuestros computadores y revisar que ha pasado por nuestro correo, que chisme nuevo hay en facebook y porque no, a “actualizarnos en noticias” por si al profesor le da por hacer uno de esos quizcesitos que nos bajan el animo a todos.
Y aunque hoy nos salvamos del quiz, no nos salvamos de que el profesor nos hiciera oprimir le botoncito para apagar las pantallas, le diéramos la vuelta a la silla y como raro nos dispusiéramos a escucharlo por dos largas horas de clase, y aunque el tema de la clase se mostraba interesante, durante el fin de semana de tres días habían pasado muchas cosas, que no esperaban para ser contadas hasta el final del día, lo que produjo el susurro y los murmullos entre una que otra compañera , porque eso si hay que resaltar que la cosa del chisme y los murmulleos rige mas alrededor de las mujeres. y aunque ellas no tenían la intención de interrumpir la clase ni mucho menos incomodar al profesor. Para él si fue motivo suficiente para ponerse un poco rojo, interrumpir la charla y llamarle la atención a las compañeras que solo querían alejarse un poco de la clase de redacción para retroceder, recordar y contarle a alguien más su grandioso o fatal fin de semana.
Ya faltando 10 minutos para acabar la clase, Piedrahita, el profesor, nos dice que realicemos una crónica sobre la clase del día de hoy y que está será nuestra primera publicación en el blog. Aunque no teníamos bien la idea de cómo se escribía una crónica, Todos viendo que faltaba poco para salir de clase y poder ir a comer algo, empezamos a escribir apresuradamente, eso si a unos les surgió la inspiración más rápido que a otros.
Se acabo la clase y la mayoría solo teníamos el primer párrafo y a medias, es cuando piedrahita decide que lo terminemos en casa y lo publiquemos en las horas de la tarde de este mismo día, sin embargo para algunos les fue imposible subirla ese día, se cruzaron otras cosas , se pasaron los días y la publicación de la crónica quedo en el olvido, o bueno suspendida por un corto plazo, como en mi caso, que después de un “corto plazo” de 8 días se ve el resultado publicado en este vacio pero colorido blog… =)
