Por: Lina García
Los personajes que hoy en día se dedican a entretener a los niños son aquellos que a través de los años, su labor no ha sido más que el entretenimiento por medio de la provocación de la risa.Los payasos son personajes conocidos mundialmente y apreciados por la mayoría de la sociedad como seres especiales que ayudan a amenizar y alejarnos de las preocupaciones de la vida diaria con sus chistes y ocurrencias.
Sin embargo, el ser payaso se ha convertido en un negocio, y muchas veces en vez de importarles el sacar sonrisas, les importa más la adquisición monetaria además de que la misma sociedad a denigrado la misma profesión como si fuese algo más bajo que una profesión universitaria o que la misma labor obrera. La verdad es que el hecho de ser payaso implica un intento de superación diaria, de esfuerzo ante la gran competitividad existente tanto de otros payasos como otras formas de entretenimiento que tienden al desplazo de la labor del payaso común.
En realidad hacer reír y obtener dinero o un beneficio es un asunto que va acompañado. Pero es de destacar los obstáculos a los que se enfrentan aquellos payasos que no tienen un sueldo seguro y que se lo tienen que ganar por medio de su comicidad, creatividad y esfuerzo, es decir, por el sudor de su propia frente._
Por ello, hay que apreciar la labor que llevan a cabo aquellos payasos callejeros, como es el caso de Luis Felipe Cárdenas, quien se hace llamar artísticamente como Chaolin, y quien desde sus 11 años se dejo llevar por la alegría de los festivales e hizo parte de ellos desde muy niño, para él la pasión de recrear y el alma de payaso que tiene, viene en la sangre, él nació con el espíritu de la alegría, así todo en su vida no sea como lo trasmite, pues actualmente es un personaje que trabaja en el centro de la ciudad, entregando su alma en cada show que presenta, y animando a quien pasa por el andén para sacarle una sonrisa y convencerlo de almorzar en determinados restaurantes y así él también poder tener una sonrisa cuando al terminar su día tenga para llevar el diario a su casa y pueda ofrecerle algo presentable de comer a sus dos hijos de 7 y 4 años.
Chaolin es un personaje que a diario se pinta la cara, se disfraza y con un megáfono y una sonrisa, durante horas y horas, bajo el sol y la lluvia, invita a la gente a seguir a almorzar, así exista el cansancio y su voz se encuentre casi nula. Ama maquillarse todos los días para dejar a Luis Felipe a un lado y convertirse en un ser alegre, llamativo y divertido para los demás.
Él no es una persona común y corriente, es un payaso callejero que estudio para serlo, que tuvo la oportunidad de trabajar en conocidos circos, como el de los hermanos Gasca, en importantes eventos, y hasta de crear su propia mini empresa de recreación, donde realizaba todo tipo de espectáculos, se encargaba de fiestas infantiles, bautizos y primeras comuniones. Pero algo fallo en sus planes, llegaron problemas, entre ellos económicos, y Chaolin el gran recreacionista y empresario fracaso pero no se dio por vencido.
Hoy en día, aunque no tiene el mejor trabajo, ni un pago digno y justo, ejerce su profesión en las calles y restaurantes de la ciudad, cuando tiene la oportunidad promociona almacenes y hace su propio show en el tan conocido “séptimazo”. Y día a día trata de ser feliz y sobrevivir haciendo lo que hace. Es cómico por naturaleza, sus shows y sus sonrisas son tanto para niños como para adultos y su vida gira alrededor de su trabajo, su vida es y seguirá siendo ser payaso.
Chaolin: un personaje rodeado principalmente por niños, pero creado para el agrado de todos. Un personaje que día a día se gana la vida, demostrando lo mejor de su profesión, es decir, su alegría, su carisma y su diversión.